¿Cómo hacer posible una misión aparentemente imposible? De esta forma tan elocuente dio énfasis a su intervención el presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore), Juan Valero de Palma, durante su ponencia inaugural en la jornada ‘Regantes 360º: lanzando el futuro del regadío en España’, que se desarrolló en las instalaciones de la Comunidad de Regantes Las Cuatro Vegas, en Almería, el 12 de marzo.

El evento, que contó con el patrocinio de AzudHidrocontaLabaquaNovagric y Spherag, puso el foco en la regulación vigente para la modernización de las comunidades de regantes, la digitalización y aplicación de inteligencia artificial para la gestión eficiente del agua, el uso de aguas regeneradas para regadío, así como la sostenibilidad hídrica y energética en la agricultura. A lo largo de toda la mañana, se compartieron conocimientos, casos de éxito y soluciones innovadoras, estrechando lazos y estableciendo conexiones con el fin de impulsar un futuro del regadío eficiente, rentable y sostenible en España.

El presidente de Fenacore hizo hincapié en las dificultades para conseguir un “reparto justo y equitativo del agua” para todos los regantes que lo necesiten para sus explotaciones, en “cantidad y calidad suficiente, con garantías, seguridad y a un coste asumible”. La modernización de las instalaciones y la apuesta por la tecnología son dos factores esenciales, desde el punto de vista de las comunidades de regantes, apuntó, para obtener “ese reparto de agua y costes entre los comuneros de manera justa, pacífica y equitativa”.

Juan Valero desgranó los beneficios del regadío español y destacó que, en la actualidad, las producciones agrícolas que utilizan riego aportan el 65% de la producción final vegetal, ocupando solo el 22% de la superficie cultivada. Además, destacó la mayor productividad de una hectárea de regadío frente a una de secano, a lo que añadió todas las ventajas sociales y medioambientales: mantenimiento de la renta, diversifica las rentas al permitir mayor rotación de cultivos, previene la erosión y la desertificación, supone un soporte a la agroindustria, fija la población al medio rural, posee una gran capacidad de generar empleo (triplicando al secano), crea empleo de mayor cualificación por el uso de nuevas tecnologías, es un motor de desarrollo socioeconómico, genera ecosistemas asociados y mejora la calidad de vida en el medio rural.

Durante su intervención en la jornada, Valero respondió a su pregunta de hacer posible la misión que parece imposible: a través de estrategias de cooperación, con unidad, solidaridad, comunidad y armonizando intereses y usos del agua. Y puso como ejemplo a Las Cuatro Vegas como caso de éxito, con su decidida apuesta por la regeneración de recursos hídricos, diversificando la obtención de agua y contribuyendo a reducir la salinidad y sobreexplotación de los acuíferos, así como la dependencia del agua desalada existente en el sureste español.

Juan Valero destacó que Fenacore acaba de negociar el coste por la normativa de reutilización del agua, “un tema que preocupa mucho al sector”, apuntó; hasta ahora, se había regido por el Real Decreto de 1997. Ahora se ha aprobado que se vea cada caso concreto para que pague quien sea beneficiario de esa agua regenerada, indicó.

Normativa para comunidades de regantes

En la inauguración también participaron el director del Área Agropecuaria en Grupo Interempresas, Ángel Pérez, y el vicepresidente de la Comunidad de Regantes de Las Cuatro Vegas, José Antonio Pérez Pascual, este último, para poner en valor la labor de la comunidad a lo largo de sus más de 40 años de historia y su apuesta por el aprovechamiento de las aguas regeneradas.

A continuación, se desarrolló la primera mesa redonda, dedicada a los recursos y las regulaciones para las comunidades de regantes, en busca de un diálogo integral, que estuvo moderada por la técnica de proyectos de Comunidades de Regantes de la División Agrícola de Veolia España, Gemma Fenech. En ella, participaron el presidente de Fenacore, Juan Valero; el secretario general de FeraguaPedro Parias, y el presidente de FecorevaPascual Broch.

A juicio de Valero, el principal desafío de las comunidades de regantes en España consiste en conseguir agua en cantidad y calidad para hacer frente al cambio climático, que merma los recursos. “También existe una gran competencia por el agua”, dijo, y añadió que hay que ver las consecuencias económicas y sociales que hay cuando se aprueban caudales ecológicos. Además, “debemos continuar siendo eficientes y afrontar el reto del binomio agua-energía.

En cuanto a la digitalización, Valero consideró que es fundamental su papel en el regadío. “Debemos apoyarnos en las nuevas tecnologías para modernizar la gestión y dar un salto cualitativo para ahorrar agua teniendo más datos sobre predicciones climatológicas”. Acerca del marco regulatorio de las comunidades de regantes, Juan Valero aseguró que “la Ley de Aguas está razonablemente bien”, aunque “hay muchas pequeñas propuestas de mejora trasladadas al Ministerio”.

En este sentido, apuntó que se avecinan “costes desproporcionados” en la gestión de las balsas por el aumento en seguridad que se ha introducido. Citó los caudales ecológicos para decir que se deben “aprobar con prudencia y conocimiento de las actividades económicas para las que se dirigen”. También pidió claridad y mayor grado de ejecución de los planes hidrológicos. Además, apuntó que los reales decretos de sequía se deberían aplicar con una indemnización cuando se ceden los recursos, pues, de lo contrario, “hablamos de confiscación”. Por último, solicitó “proporcionalidad” con las evaluaciones de impacto ambiental, pues no está nada claro por qué se pide para unos proyectos y para otros no.

Andalucía apuesta por la desalación y la regeneración

Pedro Parias coincidió con Valero en el bajo nivel de ejecución de los planes hidrológicos. “En Andalucía no hay ningún embalse en ejecución; se han parado las obras de presas. Los planes hidrológicos se han aprobado con presas, pero no se han ejecutado”, indicó. “No se avanza en materia de regulación. Las ciudades andaluzas dependen de los embalses, salvo Almería que depende de la desalación”.

De cara al nuevo ciclo de planificación hidrológica del gobierno andaluz, el Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas 2022-2027 recoge la necesidad de obtener 198 hectómetros cúbicos procedentes de la desalación y 105 provenientes de la regeneración, recordó Parias. “Estas medidas aprobadas son muy positivas, ahora veremos si se cumplen los plazos”, añadió.

Preguntado por las soluciones para un regadío más sostenible, Parias destacó la necesidad de Ir hacia comunidades de regantes más grandes y más fuertes para conseguir sus objetivos, reducir la tensión cuando exista y, desde ahí, impulsar un mix hídrico. Además, estimó que Andalucía necesita un ‘plan Renove’ en cerca de 100.000 hectáreas de regadío, principalmente, en aquellos por gravedad y en el sector arrocero. Una modernización tecnológica para optimizar el uso y la eficiencia del agua.