La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) advierte de que la nueva planificación hidrológica aprobada por el Gobierno encarecerá el precio de los alimentos y agravará la crisis alimentaria. 

En concreto, el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, en una jornada sobre “Soluciones de eficiencia hídrica y eléctrica para comunidades de regantes”, denunció que los planes hidrológicos no garantizan el agua para regar, lo que supone una seria amenaza para la producción de alimentos.

En opinión de Fenacore, con la nueva planificación hidrológica, los caudales ecológicos -que han reducido un 16% de media la disponibilidad de agua en España- vuelven a incrementarse, sin criterios técnicos adecuados, sino más bien políticos. Y todo ello pondrá en riesgo la satisfacción de la demanda de agua para el regadío. 

Además, Fenacore alerta de que la nueva planificación elimina gran cantidad de obras en infraestructuras (embalses y presas) previstas en los anteriores Planes Hidrológicos, unas actuaciones muy necesarias, asimismo, para mitigar los efectos más adversos del cambio climático, entre los que destacarían las inundaciones y sequías. 

El regadío produce hasta seis veces más que el secano

Como muestra de la importancia del sector, Fenacore recuerda que el regadío supone cerca de un 15% de la superficie agraria útil, y casi un 60 % de la producción final agrícola nacional (y 67% de la producción final vegetal). Produce, además, hasta seis veces más que el secano y una hectárea de regadío intensivo puede producir el equivalente a 40 hectáreas de secano. 

Fenacore subraya que este sector consume cada vez menos agua, según confirman los últimos datos publicados por el INE, que cifran su uso por el sector agrícola en 15.500 hectómetros cúbicos.  Por el contrario, la evolución de los precios de la energía y las subidas de los inputs están afectando de manera muy importante al sector. De hecho, los costes energéticos en la última campaña se han triplicado respecto a la de 2021. 

Los regantes lamentan que no haya garantía para regar durante los próximos años, lo que amenaza seriamente la producción.

Durante la jornada, organizada por Hidroconta y Linkener -y en la que también colaboró iAgua-, se abordaron temas de primer nivel como la evolución del papel del agua y la energía en el regadío, la nueva planificación hidrológica, los incentivos para incrementar la eficiencia o la subida del precio de la luz y otros imputs y las estrategias para minimizarlos.

Fenacore apunta que desde que empezó el proceso de modernización de regadíos se han invertido más de 5.000 millones de euros tanto por las Administraciones Públicas como por los propios regantes (en torno al 50% cada una). 

En este sentido, recuerda que de los 1.000 millones de euros destinados al Ministerio de Agricultura de los fondos Next Generation, 563 millones fueron asignados para modernizar regadíos con las últimas tecnologías tanto en uso del agua (infraestructura), como de energía (renovable), de gestión (big data, inteligencia artificial, telecontrol y telemedida, kit digital….), de manera que las actuaciones podrían alcanzar las 100.000 hectáreas.

Recuerdan que, tras los 5.000 millones invertidos en modernización para producir más alimentos usando menos agua y energía, la renta agraria se redujo un 5,5% en 2022.

La modernización de regadíos permite producir más alimentos usando menos agua y energía. Pero para avanzar en el proceso, Fenacore considera urgente abaratar los costes que soportan los regantes. Máxime teniendo en cuenta que la factura eléctrica ha subido más de un 600%; los fertilizantes, un 62%; y los productos fitosanitarios, un 20%. Como consecuencia de ello, en el último año la renta agraria ha descendido un 5,5%, según los propios datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.